Una frase de Siege of Darkness

“Catti-brie tenía que creer eso ahora, recordando la escena a la luz de las palabras del drow. Tenía que creer que su amor por Wulfgar había sido real, muy real y no fuera de lugar, que él era todo lo que ella había pensado que era.

Ahora podía. Por primera vez desde la muerte de Wulfgar, Cattie-brie pudo recordarlo sin remordimientos de culpa, sin el temor de que, de haber vivido, ella no se hubiera casado con él. Porque Drizzt tenía razón; Wulfgar habría admitido el error a pesar de su orgullo y habría crecido, como siempre lo había hecho antes. Esa era la mejor cualidad del hombre, una cualidad casi infantil, que veía el mundo y su propia vida como mejorando, como moviéndose hacia un camino mejor en un lugar mejor.

Lo que siguió fue la sonrisa más sincera en el rostro de Cattie-brie en muchos, muchos meses. De repente se sintió libre, de repente completa con su pasado, reconciliada y capaz de seguir adelante con su vida.

Miró al drow con los ojos muy abiertos, con una curiosidad que pareció sorprender a Drizzt. Podría continuar, pero ¿qué significaba eso exactamente?

Lentamente, Cattie-brie empezó a negar con la cabeza y Drizzt comprendió que el movimiento tenía algo que ver con él. Levantó una mano delgada y le apartó un poco de cabello de la mejilla, su piel de ébano contrastaba marcadamente con su piel clara, incluso en la tranquila luz de la noche.

«Te amo», admitió el drow. La declaración contundente no tomó a Catti-brie por sorpresa, en absoluto. —Como me amas —prosiguió Drizzt con tranquilidad, seguro de que sus palabras fueron acertadas. Y yo también debo mirar hacia adelante ahora, debo encontrar mi lugar entre mis amigos, junto a ti, sin Wulfgar.

«Quizás en el futuro», dijo Catti-brie, su voz apenas un susurro.

—Quizá —asintió Drizzt. «Pero por ahora…»

«Amigos», terminó Catti-brie.

Drizzt apartó la mano de su mejilla, la sostuvo en el aire frente a su rostro y ella se la estrechó con firmeza.

Amigos»

RA Salvatore,

Asedio de la oscuridad.