«Sabía que cuando besara a esta chica y uniera para siempre sus indecibles visiones con su perecedero aliento, su mente nunca volvería a juguetear como la mente de Dios».
F. Scott Fitzgerald,
El gran Gatsby .
«Sabía que cuando besara a esta chica y uniera para siempre sus indecibles visiones con su perecedero aliento, su mente nunca volvería a juguetear como la mente de Dios».
F. Scott Fitzgerald,
El gran Gatsby .