«¿Por qué nuestros cuerpos son suaves, débiles y tersos?
Pero que nuestras suaves condiciones y nuestros corazones
¿Debería estar de acuerdo con nuestras partes externas? »
William Shakespeare,
La fierecilla domada
«¿Por qué nuestros cuerpos son suaves, débiles y tersos?
Pero que nuestras suaves condiciones y nuestros corazones
¿Debería estar de acuerdo con nuestras partes externas? »
William Shakespeare,
La fierecilla domada